Mauro es un joven abogado de 36 años; un hombre de familia, casado y con 2 hijos. Nació, creció y se formó académicamente en nuestra región, siendo un orgulloso representante de la educación pública. Aborda el desafío en el Congreso como un llamado a representar con seriedad y compromiso a una nueva generación que tiene algo que decir y muchas cosas por cambiar, a través de una visión moderna, con un amplio sentido social, pero con principios de vida claros y sólidos, que se esgrimen como sus mayores herramientas para enfrentar un trabajo parlamentario y legislativo que esté a la altura y responda a las necesidades e inquietudes territoriales.

Irrumpe como una figura importante que busca refrescar el escenario político regional, en un contexto de creciente desconfianza y descrédito de los representantes públicos, muy golpeados por las malas prácticas, la lógica y el desgaste de la vieja política.

Hoy se encuentra abocado a aunar esfuerzos y construyendo voluntades que sean capaces de generar un nuevo paradigma, de trabajar en conjunto por un nuevo renacer post pandemia, con el objetivo de dejar atrás una etapa dura, que ha generado profundos dolores, miedos e incertidumbre, pero que también ha servido como un aliciente para fortalecer nuestros lazos afectivos más estrechos y sacar a relucir nuestro corazón sureño con la profunda convicción de seguir adelante para hacer mejor las cosas y construir una sociedad más humana, más justa, más equitativa y más próspera.

Queremos levantar un diálogo franco, permanente y horizontal que nazca desde los territorios, con las distintas comunidades, recorriendo las ciudades, las islas, los campos, las zonas rurales; yendo desde el mar a la cordillera para recoger desde la experiencia, las opiniones, inquietudes, anhelos y esperanzas de nuestras vecinas y vecinos a través de la participación activa; acción fundamental para fortalecer la búsqueda de soluciones concretas a las necesidades de los habitantes de nuestra zona.